EMDR, una terapia basada en la evidencia

EMDR, una terapia basada en la evidencia.

Se denomina pseudoterapia o terapia pseudocientífica al tratamiento que, sin haber probado científicamente su efectividad, se ofrece para solucionar problemas médicos o psicológicos. Muchas de estas terapias podrían tener efectos negativos para la salud, o podrían no tenerlos, el problema es que esto no se ha comprobado científicamente. Es decir, no se ha verificado el efecto de ese tratamiento utilizando un estudio controlado en un conjunto de personas suficientemente grande. Por este motivo es importante que los profesionales de la salud utilicemos en nuestros tratamientos métodos y abordajes contrastados científicamente.

En los años 90 surge en Estados Unidos el movimiento de las “terapias basadas en la evidencia” o tratamientos que han demostrado científicamente su eficacia. El objetivo principal de este movimiento es estudiar cuáles son las terapias más apropiadas para cada tipo de trastorno, basándose en la evidencia científica. Lo que ha encontrado es que terapias de orientaciones distintas son válidas para tratar un trastorno determinado.

Para confirmar científicamente que un tratamiento es eficaz, se utilizan ensayos  controlados y aleatorizados y meta-análisis de esos ensayos, con muestras suficientemente grandes.

Tratamientos del EMDR:

Los tratamientos que demuestran ser válidos a este nivel, se incluyen en guías de tratamiento editadas por organizaciones de salud, como la OMS (Organización Mundial de la Salud); asociaciones profesionales, como la Sociedad de Psicología Clínica, división 12 de la APA (American Psychological Association) o la ISTSS (International Society for Traumatic Stress Studies);  y otras entidades de diferentes países, como el Sistema de Nacional de Salud (SNS) de España o el NICE (National Institute for health and Clinical Excellence) de Inglaterra.
El objetivo de estas guías es cuidar y mejorar la calidad de los tratamientos así como transferir el conocimiento científico. Que un tratamiento médico, psicológico o de otro tipo, esté incluido en estas guías significa que su eficacia para tratar un trastorno concreto ha sido demostrada científicamente.

El EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing, en español Desensibilización y Reprocesamiento por el Movimiento Ocular) está incluido como una de las terapias más adecuadas para tratar el trastorno de estrés postraumático en todas las guías de práctica clínica.

Además el EMDR es un tratamiento orientado al trauma, ha sido desarrollado y estudiado específicamente para tratar la sintomatología postraumática. Por este motivo, en la actualidad su aplicación se extiende además al tratamiento de otros trastornos cuyo origen tiene una base traumática.

Referencia: Miguel Ángel Santed, decano de la Facultad de Psicología de la UNED